alpaca Cucuchas Pastoras

ARTHUSA en Texas, USA

La Asociación ARHTUSA ha servido a sus asociados en Texas con el lema de unión de todos los huarochiranos, que significa impulsar nuestra presencia real, simple y valiosa, debiendo superarnos por medio de la cooperación y buena voluntad en Dallas y Houston.


ARHTUSA es alma huarochirano

“ARHTUSA es una institución que significa impulsar nuestra presencia en los Estados Unidos”.

La Asociación ARHTUSA fue y es el alma de Huarochirí que se fue infiltrando a este país desde la década del 1950, cuando muchos huarochiranos que han venido a establecerse, han traído sus tradiciones, su arte folclórico, su música y su famosa comida.

Poco a poco nos hemos juntado, atraído por la añoranza sentimental, por nuestra patria, nuestra Huarochirí y la necesidad de gozar de nuestras costumbres. Como consecuencia se ha organizado la Asociación de residentes huarochiranos en Texas, USA (ARHTUSA) y faustino contrerasclubes para apoyar a nuestros objetivos. Se han formado el Club “Los Incas de Dallas” y el “Club Los Chasquis de Houston”, con el apoyo de sus hijos en sus respectivas ciudades de su residencia y para poder disfrutar del alma huarochirana que los llevamos dentro. Huarochirí está con nosotros, porque nos lo hemos traído con nosotros.

Hay huarochiranos que viven en los Estados Unidos muchos años. Vinieron como profesionales de ingeniería, enfermería y jóvenes con opciones para estudiar, vieron su oportunidad y aquí se quedaron en esta gran nación. El ingeniero Carlos Contreras fue uno de los primero en cruzar las fronteras y llegó a los Estados Unidos en la década de 1950, quien decidió volcar sus energías al asesoramiento, apoyo a sus familias y amigos para que inmigren legalmente a los Estados Unidos. Pero la fuerte inmigración huarochirana se desencadenó durante las décadas de 1960, 1970 y 1980, en los gobiernos del presidente Velasco y Alan García, es cuando muchos perdieron sus oportunidades de estudiar y progresar, sus posibilidades comenzaron a sentirse inseguros en el Perú. (En la foto, Ing. Faustino Contreras uno de los presidentes mas destcados de ARHRUSA.)

Como ocurre siempre en las familias en el extranjero, con el apoyo de huarochiranos ya establecidos, comienzan la fuerte ola de inmigración. Así poco a poco llegaron los huarochiranos, con documentos o indocumentados, para empezar una nueva vida con mejores perspectivas para el futuro. Una vez aquí, se dieron cuenta que todo no es como un sueño que vemos a las pantallas de la televisión y que las calles no se encuentran empedradas de dólares de oro. Hay que trabajar, y muy duro. Hay que comprender que los estadounidense son educados y preparados de generación en generación han formado un país más poderoso del mundo.

Con una buena educación tiende puentes de oportunidad, entonces los huarochiranos estudiamos, aprendimos y competimos en todos los campos de nuestro trabajo, y los miembros de ARHTUSA comenzaron a imaginar un futuro en el cual la asociación desempeñaría un papel importante en materias culturales y sociales, no solo para nosotros, sino también para Huarochirí. En aquel tiempo Huarochirí necesitaba tener electricidad, teléfono, Internet, hospital, terminaría su variante y tendría una educación más alta, no como un lujo inalcanzable sino como un derecho de todos. Desde entonces, la directiva y los miembros integrantes asumieron la tarea organizativa para hacer llegar el apoyo y ayuda que Huarochirí necesitaba. Eso fue más importante, cuando la crisis económica en el Perú no permitía que el gobierno otorgue partidas de fondos para las provincias y pueblos olvidadas.

Pase a todo lo que se ha dicho, la verdad es que la segunda generación ya comienza a ser de americanos, siguen las líneas y aspiraciones de la historia de inmigrantes, que por siglos han llegado de Europa, Asia, y más reciente de América Latina, luchando por el lugar que lo corresponde con responsabilidad en este país, buscando consideración y respeto. Desde entonces, no era fácil, sin no tropiezos y resbalones, la nueva generación va a las escuelas y el 98% gradúan de la universidad, y gran numero siguen sus estudios obteniendo títulos de maestría, doctorado y otros. Hoy trabajan, practican y compiten en sus campos de su profesión para alcanzar un futuro mejor de vida. Creemos que nuestra presencia en los Estados Unidos, cuenta con una fuerza añadiendo una corriente cultural y vital de gran empuje donde la familia es sagrada, tenemos una voluntad de superación, capacidad de trabajo y deseo de triunfar.

Para todo peruano huarochirano, no era fácil, porque fue un tramo de un largo camino, pero seguiremos caminando por la línea recta rindiendo homenaje al suelo natal. Queremos a Estados Unidos como al Perú, y la deuda es grande como el agradecimiento a la tierra que nos brinda la oportunidad de ser ciudadanos en un pueblo generoso, cuyas instituciones y gente en general nos han extendido su apoyo, fundando el cariño fraterno. Al Perú y Huarochirí lo llevamos en las entrañas porque en aquellas tierras nacimos, crecimos, vivimos aquellas experiencias de nuestra niñez y juventud, y que allí amamos, gozamos, sufrimos y soñamos. Para dar honor a nuestra tierra natal y nuestra fe, hasta nos hemos traído “El Señor de los Milagros”. En todas ciudades en Estados Unidos donde hay peruanos y huarochiranos, veneramos durante todo el mes de Octubre al Cristo Moreno con solemne procesiones y con toda la tradición del color morado. La incansable fe y voluntaria participación mueven valles y montañas de costa a costa de una comunidad peruana en este país.

Es fácil de entender que en un mundo globalizado acompañados de una capacidad mental nos permite viajar a cualquier parte del mundo. Esto explica la presencia de peruanos huarochiranos en el exterior. La globalización es un sistema tan irreversible que nos permite movernos a cualquier parte del mundo. Pues, la globalización no es, por definición, ni bueno ni mala. Más bien diríamos es una realidad de nuestro tiempo que resulta de una suma de factores, como el desarrollo tecnológico y científico. Los huarochiranos que trabajan en empresas de crecimiento y en mercados que han ido creando entre las distintas naciones del mundo, tienen beneficios de trasladarse con su trabajo. Claro está, el bien y el mal que trae la globalización depende de cada país y muchos lo aprovechan esplendidamente.

© Pedro P. Inga Huaringa